jueves, 19 de febrero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 19 DE FEBRERO DEL 2015


Si alguno quiere venir en pos de mí
Cuaresma y Semana Santa

Lucas 9, 22-25. Cuaresma. Es la Cruz, siempre la Cruz con Cristo, la que garantiza la fecundidad de nuestra misión. 


Por: Miguel Esponda | Fuente: Catholic.net



Del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día". Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?".

Oración introductoria
Jesús, se nota que lo que tú querías no era -ni ha sido nunca- ganarte un buen número de seguidores que quisieran ir en pos de ti para hacer milagros, o para adquirir mucha fama entre la gente, o incluso para vivir un evangelio diseñado a su comodidad. Por eso, desde que predicaste tu mensaje, dejaste bien claro que implicaba necesariamente la cruz, renunciar a sí mismo, perder la vida por ti. Ese es el camino para seguirte, para acercarnos al misterio tan gigante de tu persona y para encontrar en ti la verdadera vida.

Petición
Jesús mío, dame mucha fe y amor para llevar la cruz que tú me has dado, pues es el camino por donde has querido que te encuentre y llegue hasta ti.

Meditación del PapFrancisco
El segundo punto de referencia de la misión es la cruz de Cristo. San Pablo, escribiendo a los Gálatas, dice: “Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Y habla de las “marcas”, es decir, de las llagas de Cristo Crucificado, como el cuño, la señal distintiva de su existencia de Apóstol del Evangelio. En su ministerio, Pablo ha experimentado el sufrimiento, la debilidad y la derrota, pero también la alegría y la consolación. He aquí el misterio pascual de Jesús: misterio de muerte y resurrección. Y precisamente haberse dejado conformar con la muerte de Jesús ha hecho a San Pablo participar en su resurrección, en su victoria. En la hora de la oscuridad, en la hora de la prueba está ya presente y activa el alba de la luz y de la salvación. ¡El misterio pascual es el corazón palpitante de la misión de la Iglesia! Y si permanecemos dentro de este misterio, estamos a salvo tanto de una visión mundana y triunfalista de la misión, como del desánimo que puede nacer ante las pruebas y los fracasos. La fecundidad pastoral, la fecundidad del anuncio del Evangelio no procede ni del éxito ni del fracaso según los criterios de valoración humana, sino de conformarse con la lógica de la Cruz de Jesús, que es la lógica del salir de sí mismos y darse, la lógica del amor. Es la Cruz –siempre la Cruz con Cristo, porque a veces nos ofrecen la cruz sin Cristo: ésa no sirve–. Es la Cruz, siempre la Cruz con Cristo, la que garantiza la fecundidad de nuestra misión. Y desde la Cruz, acto supremo de misericordia y de amor, renacemos como “criatura nueva”» (Cf Homilía de S.S. Francisco, 7 de julio de 2013).

Reflexión 
El camino que Cristo propone es difícil. Pero ¿qué es aquello que ha movido a tantos hombres y mujeres a seguir a alguien que predica todo lo contrario que el mundo de hoy ofrece? Es cierto, que hay algo de locura en esto. Una locura que experimentan sólo quienes han conocido a Cristo y, por consiguiente, le han experimentado vivo y enérgicamente atractivo. Por algo el Papa Juan Pablo II gritaba con ardor en sus labios: "¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! ¿Qué teméis? Tened confianza en él. Arriesgaos a seguirlo. Esto exige, evidentemente, que salgáis de vosotros mismos, de vuestros razonamientos, de vuestra «prudencia», de vuestra indiferencia, de vuestra suficiencia, de vuestras costumbres no cristianas que quizá habéis adquirido. Dejad que Cristo sea para vosotros el camino, la verdad y la vida. Dejad que sea vuestra salvación y vuestra felicidad."

Propósito
Sobrellevaré con gozo las contrariedades y dificultades que forman mi cruz de este día.

Diálogo con Cristo
Jesucristo, estoy dispuesto a seguirte por este camino hermosísimo de ser cristiano. Ante todo lo que tú has hecho por mí, no encuentro otro camino para corresponderte que rendirme a tus pies para aprender de ti, para vivir lo que tú viviste. Sé que este camino entraña abnegación y sacrificio, y será fecundo sin comparaciones si busco encontrarte.

"Pon amor donde no hay amor, y sacarás amor" (San Juan de la Cruz).

Preguntas o comentarios al autor  Miguel Esponda

SAN CONRADO DE PIACENZA CONFALONIERI, EREMITA FRANCISCANO, 19 DE FEBRERO



Conrado de Piacenza Confalonieri, Santo

Conrado de Piacenza Confalonieri, Santo

Eremita Franciscano, 19 de febrero 



Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net




Eremita

Martirologio Romano: En Neto, en Sicilia, san Conrado de Piacenza Confalonieri, eremita de la Tercera Orden de San Francisco, que, abandonando los placeres seculares, perseveró durante más de cuarenta años en una vida austera de oración y penitencia (1351).

Fecha de canonización: 12 de septiembre de 1625 por el Papa Urbano VIII.
Los ecólogos probablemente no tienen ninguna simpatía por este santo, pues durante una cacería no dudó en quemar el bosque con tal de hacer salir las liebres y los faisanes.

Para aplacar la ira de los colonos que vieron destruidas sus cosechas y sus casas por el voraz incendio, el gobernador de Piacenza, Galeazzo Visconti, hizo condenar a muerte al primero que cayó en sus manes y cuya única culpa era la de haberse encontrado en el monte durante el incendio.

El verdadero culpable era Conrado Confalonieri que había nacido en Piacenza en l290; estaba casado y su profesión era la de soldado de aventura.

Era fundamentalmente un hombre de bien, y por eso no dudó en entregarse, cuando supo que un inocente iba a pagar con la vida su acto de ligereza. Después de haber confesado su culpa, manifestó que estaba dispuesto a pagar los daños. Y así lo hizo, aunque quedó en extrema pobreza.

Como los caminos del Señor son infinitos, el pirómano cazador, actitud muy poco franciscana, entró arrepentido y en paz a la Tercera Orden franciscana de Calendasco en 1315, después de haberse separado de común acuerdo de su esposa, Eufrosina, que, siguiendo el ejemplo del marido, entró al monasterio franciscano de Piacenza.
Dentro del sayo franciscano palpitaba todavía el corazón del errante hombre de armas.

Después de varios años de piadosa peregrinación de un santuario a otro, fray Conrado fijó su residencia en un pueblito llamado Noto, más abajo de Siracusa, en un lugar apartado. Pero la fama de su santidad lo seguía como la sombra, y al ver que las demasiadas visitas le quitaban el tiempo para la oración, se retiró de allí y fue a vivir en una gruta apartada que después la gente bautizó con el nombre de “gruta de San Conrado”. Allí murió el 19 de febrero de 1351.

La Orden franciscana venera a este ilustre miembro seglar de su familia y celebra su memoria el 19 de febrero, desde que Urbano VIII, por decreto del 12 de septiembre de 1625, concedió a la Orden celebrar misa y oficio del santo eremita.

LOS SANTOS DE HOY: JUEVES 19 DE FEBRERO DEL 2015

Bonifacio de Lausana, SantoBonifacio de Lausana, Santo
Obispo, 19 de febrero

Hoy también se festeja a:

Barbado de Benevento, SantoBarbado de Benevento, Santo
Obispo, 19 de febrero
Mansueto de Milán, SantoMansueto de Milán, Santo
Obispo, 19 de febrero
Gabino de Roma, SantoGabino de Roma, Santo
Presbítero y Mártir, 19 de febrero
Isabel Picenardi, BeataIsabel Picenardi, Beata
Virgen Servita, 19 de febrero
Álvaro de Zamora de Córdoba, BeatoÁlvaro de Zamora de Córdoba, Beato
Predicador Dominico, 19 de febrero
Conrado de Piacenza Confalonieri, SantoConrado de Piacenza Confalonieri, Santo
Eremita Franciscano, 19 de febrero
Beato de Liébana, SantoBeato de Liébana, Santo
Monje y Presbítero, 19 de febrero
Jozef Zaplata, BeatoJozef Zaplata, Beato
Religioso y Mártir, 19 de febrero

SAN GABINO DE ROMA, PRESBÍTERO Y MÁRTIR, 19 DE FEBRERO


Gabino de Roma, Santo
Gabino de Roma, Santo

Presbítero y Mártir, 19 de febrero 


Por: P.Juan Croisset, S.J. | Fuente: iteadjmj.com



Presbítero y Mártir

NOTA: Su nombre no está incluido en el actual Martirologio Romano

Martirologio Romano (de 1956): En Roma, el triunfo de san Gabino, Presbítero y Mártir, que fue hermano del Papa san Cayo, el cual, aherrojado largo tiempo en la cárcel por Diocleciano, con una preciosa muerte se granjeó los gozos celestiales. ( c.295)

Breve biografía

Fue San Gatuno originario de Dalmacia, pariente del emperador Diocleciano, hermano del papa San Cayo, y padre de Santa Susana; nació de padres cristianos, hacia la mitad del tercer siglo. En poco tiempo adelantó mucho en las letras humanas; pero se dedicó con mucha mayor aplicación al estudio de la Sagrada Escritura y de las ciencias divinas.

Apenas se vio nuestro Santo desembarazado de los lazos del matrimonio por la muerte de su virtuosa mujer, cuando se aplicó enteramente á estudiar la ciencia de la religión. Libre de los empeños del siglo, quiso ser admitido en el clero; elevado á la dignidad del sacerdocio, no cedía su celo al más generoso, al más infatigable, al más industrioso ni al más eficaz. Veíase con admiración á este santo presbítero pasar las noches enteras en las lóbregas concavidades de las rocas para celebrar el santo sacrificio de la Misa, y para alimentar con el divino Pan a los que estaban en vísperas de ser sacrificados, hostias inocentes, al Dios vivo en las aras del martirio.

Apenas triunfó su hija, Santa Susana, de los tormentos, coronando su virginidad con el generoso sacrificio de su vida, cuando fue arrestado San Gabino. Encerráronle en un obscuro espantoso calabozo, que fue para él lugar apacible de sus delicias. Resuelto el tirano á vencer la constancia de su fe, ó por el tedio, ó por las incomodidades de la prisión, ó dejándole morir en ella de hambre y de miseria, le hicieron padecer cuantos tormentos puede inventar la más cruel barbarie. Sufrió el Santo todos estos suplicios, no sólo con una constancia inalterable, sino con tanta alegría como si pasara la vida más divertida y más regalada del mundo. Seis meses pasó San Gabino en estos tormentos después de la preciosa muerte de su hija Santa Susana, hasta que, queriendo el Señor coronar su paciencia premiando sus trabajos, permitió que le cortasen la cabeza. Terminó nuestro Santo la carrera de su vida por un glorioso martirio el día 19 de Febrero del año de 296, dos meses antes que lograse la misma suerte su hermano el santo pontífice Cayo; y fue enterrado por los cristianos el cuerpo de San Gabino en el cementerio llamado de San Sebastián.
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